Adviento, tiempo de preparación con alegría
En la iglesia estamos iniciando un tiempo de espera gozosa, el tiempo del Adviento y durante las próximas 4 semanas nos iremos preparando para el día de la Navidad.
Las lecturas que nos propone el Libro de Oración Común para esta temporada nos hablan sobre la importancia de estar preparados siempre, de estar esperando alegremente el regreso de Nuestro Señor.
Sin embargo a veces nos olvidamos de la importancia de esta preparación pues vemos el regreso del Mesías como algo muy lejano a nuestra realidad algo que se ha demorado tanto en llegar que ya no hay que preocuparse por esto. Pero recordemos que “no sabemos el día ni la hora” en que todo esto sucederá y por esto hoy se nos invita a hacer una revisión de vida, a sacar de ella lo que no nos deja ser felices, a mirar el futuro con esperanza en la seguridad de que hemos dado lo mejor de nosotros de acuerdo a la Voluntad de Dios.
En algún momento u otro todos hemos experimentado lo que implica estar esperando con alegría. Hemos estado preparando unas vacaciones, esperando la llegada de un hijo, o la respuesta a una oportunidad laboral o de negocios. Ese es el sentimiento al que nos invita la iglesia en este tiempo litúrgico del Adviento.
Una espera gozosa, una expectativa llena de esperanza pues tenemos la seguridad de que algo mejor va a venir.
En esta espera nos encontramos
Vivimos entre dos extremos de la intervención de Dios en el mundo: la Encarnación de Dios en la persona de Jesús y su regreso en gloria.
Este tiempo intermedio, que a pesar de que pueda haber tensiones, siempre tendrá un toque de esperanza, eso es el tiempo de Adviento: un tiempo de recordar nuestra espera gozosa confiados de que Dios siempre quiere lo mejor para nosotros sus hijos.
Desde Abraham hasta hoy la historia de la humanidad está llena de personas que han confiado en la promesa de Dios que han escuchado y creído firmemente en la promesa de un mejor futuro, que vieron los desafíos que nos presenta la vida no como problemas sino como retos llenos de esperanza.. porque “Nuestra salvación está más .cerca ahora que al principio…” como dice San Pablo
Que durante esta espera gozosa, el Señor nos dé la fe necesaria para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con las armas de la luz y asi mantener siempre viva nuestra esperanza.