El amor es la base de la generosidad. Cuando damos, reflejamos el amor abundante de Dios, no solo transformando las vidas de quienes servimos, sino también moldeando nuestros propios corazones. En la Iglesia Episcopal de Santa María Magdalena y San Martín, su generosidad fortalece la esperanza, impulsa ministerios transformadores y hace que el amor de Dios sea tangible en nuestra comunidad y más allá.
Gracias a sus donaciones, se alimenta a las familias, se ayuda a los más vulnerables y se sostienen programas que cambian la vida. Pero el acto de dar hace más que apoyar esta misión: nos acerca más a la gracia de Dios, renueva nuestro espíritu y fortalece nuestra conexión con Cristo y con los demás.
Sé parte de algo más grande que cualquiera de nosotros. Da con valentía. Ama profundamente. Transforma vidas, empezando por la tuya.